Revolucionarios con sueño
(Sube el TELÓN. El escenario aparece dividido en cinco habitáculos. En cada uno de ellos, un miembro del grupo está delante de un ordenador, con auriculares. Mantienen un chat grupal que se proyecta para el público al fondo del escenario.)
(DANGO escribe en el chat): Ya estamos todos?
(DUDU escribe): “Falta Seta.”
(Y añade): “Dice que se le ha caído la conexión. Esperamos cinco minutos más y si no la llamas y pones el altavoz.”
DANGO: ¿Es que nunca pueden empezar la reunión puntuales? Las diez menos veinte ya, entre unas cosas y otras. ¡Qué sueño! (Pausa). Hombre, ahí está, por fin.
(En la pantalla, se ve cómo DANGO pulsa el botón de llamar.)
DANGO: Buenas noches a todos. ¿Estáis todos despiertos?
(Los otros cuatro dicen que sí. No al unísono; alcanzar ese grado de coordinación es un sueño imposible.)
DANGO: Vale, pues dale Dudu. Lee el orden del día, por favor.
DUDU: Bueno, a ver. (DUDU bosteza.) Perdón, hoy…
DANGO: No, hostia, no empieces ya a bostezar, que no hemos ni empezado todavía. (Él mismo bosteza.) Mierda.
DUDU: Ya, lo siento, Dango.
(JANO también bosteza y se disculpa. DANGO pone cara de “bueno, pues nada, ya estamos otra vez como siempre”, pero no lo dice. DUDU lee el orden del día):
DUDU: El primer punto es hablar del eslogan. Ha habido varias propuestas a lo largo de la semana. ¿Las recuerdo?
TURÍN: Yo creo que no las he oído todas.
DANGO: Es verdad. Turín no estaba cuando apuntamos las dos últimas, Dudu. Anda, ya que estamos, vamos a leerlas todas y luego las discutimos.
DUDU: Vale. Pues la primera propuesta fue “No te duermas en los laureles. Grupo Revolucionario.”
JANO (Entre sorprendido e indignado): ¿En serio?
DANGO: Jano, no interrumpas. Al final las discutimos. Sigue, Dudu.
DUDU: Luego, la segunda que dijimos: “Despierta. Únete al Grupo Revolucionario.” La tercera: “Con los ojos abiertos. Grupo Revolucionario.” Después, cuando tú no estabas, Turín, creo que fue Seta que pensó: “Es hora. Grupo Revolucionario.” Y también: “Que no se te peguen las sábanas. Grupo Revolucionario.” Ya no hay más.
JANO: Vaya mier…
DANGO (interrumpiéndole): ¡Jano!
JANO: Pero si es que es verdad, Dango, joder. Vale que somos narcolépticos, pero que cada puñetero eslogan que sacamos tenga que ser de despertar… Si es que ¿cómo nos van a tomar en serio? Se lo ponemos en bandeja, joder.
TURÍN: Jano, a ver, ¿no habíamos acordado en la última reunión que íbamos a tirar de humor en nuestra campaña? ¿Eh? Eso es lo que nos diferencia de los de siempre, que nos sabemos reír de nosotros mismos. Estábamos de acuerdo la última vez que lo hablamos.
SETA: Turín tiene razón, Jano. No me vengas ahora con que no es serio. No podemos estar cambiando de estrategia en cada reunión, que el tiempo apremia.
JANO: Bueno, pues vale, lo que queráis. Oye, ya que estamos, ¿por qué no usamos el “Vamos a la cama” en los mítines? ¿Eh? Y nos presentamos en pijama. Voy a buscar si hay gorritos de dormir en oferta.
TURÍN: Jano, eres un imbécil. Dango, no le hagas caso.
JANO: ¡Venga ya! Si es que no se pueden decir las cosas, encima. Si queréis hacer el ridículo, vale, pero yo no sigo con esto. Estoy harto.
(Silencio corto.)
DUDU: ¿Dango?
(DUDU le envía a DANGO un mensaje al teléfono móvil. El teléfono vibra en la mesilla de noche y lo despierta.)
DANGO: Ostras, perdón... Entonces, ¿qué decís de las propuestas?
DUDU: Madre mía, así no se puede. Seta, di tú algo, que estás muy callada.
(Esperan en silencio.)
DUDU: Seta.
(DUDU le hace una llamada perdida.)
SETA: Mierda, perdonad. Lo último que he oído es a Jano quejándose.
DANGO: ¿Jano se ha quejado? ¿De qué? ¿Qué te pasa ahora, Jano? Ya habíamos acordado hacer un poco de humor en campaña en la última reunión, ¿o no?
TURÍN: Ya, si ya se lo hemos dicho.
JANO: Dango, tío, ¿no ves que así no se puede? Esto no va a ninguna parte. Si encima de partido nuevo, pequeño, con nuestras cosas, que ya nos cuesta lo nuestro avanzar porque si no se duerme uno, se duerme otro… O se duermen dos a la vez, ¡y somos cinco! Si encima de todo eso, nuestro eslogan es un chiste, ¿quién nos va a tomar como una alternativa a tener en cuenta?
DANGO (llevándose las manos a la cabeza): No podemos entrar en bucle.
DUDU: Esto ya lo hablamos, Jano.
DANGO: Mira, si no te está bien… No sé, es que siempre que decidimos algo, vas tú y dices que no y tenemos que volver al principio. No es justo, tampoco, por tu parte, ¿sabes?
(Silencio corto.)
DANGO: Jano. ¡Jano! No puede ser. ¿Pues no va y se duerme él? Dudu, escríbele, anda.
SETA (despertándose de repente, alarmada): ¡Ay, perdón, chicos!
DANGO: Seta, ¿tú también dormías? Madre mía. Turín, por lo menos ¿tú estás ahí?
TURÍN: Sí, sí, solo me he dormido al principio. Pero no sé yo si esto va a funcionar hoy…
DANGO: A ver, convoco una reunión presencial, porque esto es un desmadre. (Nadie le contesta.) Bueno, no sé quién me ha oído. Lo dejo escrito en el chat. Hala, buenas noches a todos. (Pulsa el botón de terminar la llamada grupal y se quita los auriculares, enfadado).
(Baja el TELÓN.)
Finalmente, el Grupo Revolucionario no se presentó a esas elecciones y, después de algunos meses de reuniones presenciales más frecuentes y de la incorporación infructífera de dos nuevos miembros no narcolépticos, cuyo objetivo principal era intentar que todos los miembros estuvieran despiertos al mismo tiempo durante las reuniones, terminó por disolverse de manera definitiva.